Cursaba mis primeros años en el colegio
secundario y concurría a una institución deportiva muy politizada, por el
régimen peronista que se denominaba UES,
a cumplir con la materia Educación
Física.
Una tarde
estando haciendo mi práctica, vi llegar una caravana de vehículos oficiales que
encabezaba un auto deportivo, era un Porsche de color gris metálico, que aminoró su velocidad y de inmediato se
detuvo.
Estaba yo muy próximo a él y solo. De repente
bajó su conductor….que era nada menos que:…. Perón …¡Vaya sorpresa! ..(pensé)……
Fue entonces, que dirigiéndose a mi en
forma expedita, dijo : −¡Che pibe, ayudame a empujar el auto! Sin
dudarlo, rápidamente me acerque a hacerlo y
en el momento de apoyar mis manos
en la carrocería, una multitud de muchachos que se aproximó a la carrera hizo
lo mismo. Empujamos y de inmediato arrancó, por lo que deduje que se había
quedado sin batería.
Después al regresar a mi casa, entré sin
saludar siquiera….., envanecido y casigritando dije: -¡¡¡Ví a Perón y hasta me habló!!!..... Tenía catorce años…
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