.

Para reafirmar lo anteriormente expresado, las presentes líneas no dejan de ser un humilde testimonio personal con el deseo de que algo de lo que fue parte de la vida quede escrito y sirva como referencia circunstancial. A pesar de ello estimo la opinión del desaparecido Dr. Eleazar Silveira, ilustre medico quien expresara que ésta era una forma de hacer catarsis. Buscando esta palabra en el diccionario, encuentro: “CATARSIS. (Del griego kátharsis, purificación) f. En estética liberación o cura de los males del espíritu gracias a las emociones provocadas por uno u otro arte”. Pienso que su opinión fue acertada. De la misma manera que la confesión bien entendida, libera al ofensor de la pesada carga que soporta su conciencia. Pero por sobre toda explicación, he disfrutado enormemente haciéndolo.

jueves, 9 de junio de 2016

BILLY CAFARO





                                               Lo conocí personalmente en Hamburgo en  1972,  cuando ambos trabajábamos en el restaurant Flamenco, él cantando en un trío y yo como ayudante de cocina. Billy  hacía ya  mucho que había dejado de ser ese ídolo fugaz  de la canción roquera comercial en la Argentina de fin de los cincuenta, o principios de los sesenta.  Él fue un ídolo prefabricado, producto de la manipulación disquera que ejercían algunos empresarios de la música.  Fue un verdadero boom,  había pegado un par de canciones que repetían las emisoras de  radio sin cesar,   hasta que agotó  lo que ofrecía y ya no  interesó  más. Entonces Billy, sintiéndose injustamente desplazado,  decide irse con su música a otra parte y elige a España. Allí contacta con empresarios que gustan lo que él hace pero le piden mas repertorio. El lo intenta, pero no lo logra, entonces para sobrevivir interpreta diversas canciones sudamericanas en  locales nocturnos. Tenía una voz armoniosa, aunque no sabía acompañarse con ningún instrumento.  Pasa años en esta actividad en diversas ciudades europeas, hasta que llega a Hamburgo. Estaba casado y tenía un hijo. Ganaba solo lo necesario para sobrevivir y estaba en situación ilegal. Alguien lo denuncia a la policía de extranjeros  y lo obligan a abandonar el país. Deja  Alemania  repatriado por gestión del consulado argentino. Por  motivos humanitarios su esposa e hijo logran quedarse bajo la responsabilidad de una pareja  amiga   Después supe por  medio de Internet que la vida allá en Argentina  tampoco   le fue fácil a  Billy…, aquel muchacho de la chiva puntiaguda, que seguramente recuerdan los de mi época, cuando le cantaba a Pitipiti y que luego fue Pepita y en  esta última canción aclaraba: “ a Pitipiti no la quiero mas……”

No hay comentarios:

Publicar un comentario